Las tradicionales salvas de arcabucería y la misa que se celebra en el Cementerio en recuerdo de los difuntos el cuarto día de fiestas se vieron afectados por la climatología. El 02/05/2011 amaneció con una incesante lluvia que se tornó torrencial a partir de las 8,45 h contabilizándose a medio día 30 litros por metro cuadrado.
Consiguieron entrar en el Cementerio y disparar sus salvas los festeros del bando cristiano, quedando el acto suspendido. Sólo cinco moros vells llegaron hasta el lugar y, aunque ya con el acto suspendido, rezaron las oraciones y dispararon las salvas.
Mariano Ribera disparó el arcabuz. Estuvieron también presentes Fidel Berenguer, que pronunció las oraciones, Antonio Sempere, Jorge Sempere y Pedro Vilanova, que tomó las fotografías.
Finalmente la Comissió de Festes y la Confraria de Sant Jordi acordaron que si el tiempo amainaba el bando moro podría disparar sus salvas a partir de las 5 de la tarde y que una hora después, a las 18 h, tendría lugar l’alçà de Capitans en la ermita del Santo Cristo. Por suerte la climatología cambió y pudieron celebrarse estos entrañables actos con normalidad.
Unicamente se suspendió la escenificación de la Conversión al Moro al Cristianismo y el Ball Moro en la plaza de la ermita de Santa María Magdalena. Si bien no pudieron realizarse de cara al público en general, la filà Moros Vells no renunció y ellos y se programaron en el interior del maset después del almuerzo.
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